El reflejo de un “yo” en el arte
Por: Gustavo A. Briceño G.
El
mundo diariamente trata de evocar el sentido de su ser a través de diferentes
medios artísticos; el arte ha sido una extensión del alma para generar un mundo
en el cual los pensamientos son reflejados y plasmados, es por eso que el arte
juega ese gran papel de ilustrar lo que muchos contienen en sus palabras.
Hoy
en día el arte ha evolucionado, ha pasado a ser un gran tomo en la biblioteca
de la vida del mundo actual, esto lo podemos encontrar en cualquier forma de expresión que tienen las personas
aunque, para muchos el arte solo son
figuras, se ha olvidado el contenido de su ser, su filosofía. La filosofía
forma el diario vivir pero se aísla entre paredes de aquellos que olvidaron la
procedencia en el entender y solo se han legitimado en el actuar. Nosotros
queremos formarnos pero de la manera más fácil, esto lo permite el arte, nos
lleva a mundos magníficos pero los cuales no revitalizan su existir sin esa
fuente, sin esa esencia, sin su filosofía.
Teniendo
una retrospectiva de las cosas, la banalidad es la estética que se maneja entre
las personas ¿Por qué olvidamos la cultura del auto-conocimiento solo por
mostrar la imagen de un yo inexistente? Si reflejamos lo que observamos en
nuestro interior y dejáramos huella de esto, con la distinción de construir una
imagen estética de quienes somos, nos permitiríamos plasmar en los
diferentes ámbitos de nuestra vida.
Seamos
la tinta del papel de nuestra vida, dibujando universos en nuestro hacer
diario, seamos la lógica y la sapiencia de un espléndido mundo de ideas e
imaginación que nos permite trascender entre nuestros mayores rincones
existenciales, aquellos olvidados por la atención prestada a una realidad
figurativa. Está en nosotros visualizar a priori la ciencia que circula dentro
del conocimiento figurado, de aquello que llamamos arte y filosofía.
Expresión y pensamiento
Por: Santiago Alejandro Castañeda Pineda
Conforme
el tiempo avanza las personas cambian, evolucionan. Ahora importa lo que cada
uno piensa, importan las opiniones, las críticas, el análisis. La gente actúa
como quiere, conforme a sus convicciones y deseos más profundos, cosas como
prejuicios, tabúes y demás ya no son relevantes, una persona interesante puede
ser quien sabe demasiado, pero lo es más la que piensa diferente a pesar de
todo el conocimiento que está al alcance de todos, alguien que se sale del
común.
Una persona,
dos personas, tres personas, y hasta miles de personas pueden crear un mundo
diferente, cada una de ellas es única. Su mundo puede ser intrépido, abierto,
al alcance de muchos, o cerrado, oscuro, y al alcance de unos pocos.
Suelen
ser diversos y curiosos, aunque en el mundo que envuelve a todos, hay muchas
personas que piensan similar a las demás, cuando todos los puntos se encuentran
pueden llegar a entrelazarse para formar algo más grande; Un movimiento.
El
movimiento abarca cambios, formas de expresarse, quitar el común de lo que la
gente está acostumbrada a percibir y vivir, darle paso a algo nuevo que cautive
y a su vez genere adrenalina en quien piense siquiera unirse a él. Plasmar un
dibujo o una frase en una calle cualquiera, no tiene que ser algo complejo,
porque cualquier persona podrá pasar por ahí y sacar sus propias conclusiones
de lo que ve.
Cantar
para abrir la mente de quienes escuchan, actuar para representar lo prohibido,
lo que mata más que el ántrax y el sida juntos.
Siempre
hablan de un cambio, un progreso, algo que impacte...para eso se empieza por sí
mismo, para que los demás al ver ese cambio se animen y sean impulsados a
generarlos por ellos mismos, un estímulo sano que empieza desde muy adentro,
que se incrementa, porque bien dicen que “juntos jamás serán vencidos”.
Una nube
de humo que nace desde cada persona, que quiere ver lo que desee sin ser
consciente de la realidad, una nube que silencia, ciega, ataca y mata, una
influencia negativa.
Para
cambiar se debe partir del pensamiento, de analizar, de ver todas las
perspectivas, de informarse, ganar conocimiento, tomar lo necesario y desechar
lo que no sirve, si las personas conocieran lo que en verdad pueden hacer, no
temerían a nada ni a nadie, por lo que ningún tipo de influencia negativa
podría detenerlos.
¿Qué
esperan? No hay que quedarse a la expectativa de que otros tomen la iniciativa,
ver y apoyar en silencio no es suficiente, compartir un pensamiento sin actuar
tampoco lo es. Al unirse se puede dejar una gran marca, una gran huella,
expresar lo que está “Prohibido” e inculcar un pensamiento que supere cualquier
expectativa, una perspectiva directa, sin intentar convencer a los demás, que
ellos mismos sean quienes se convenzan de lo que están pensando, eso es lo que
se debe hacer. No más silencio, no más ideas pisoteadas.
Desde la filosofía
Por: Paola
Celis G
Crear
una escalera mental que eleve nuestra conciencia a un punto en el que podamos
recibir el rayo de la belleza presente en una determinada obra artística. O
proporcionar una llave para entrar en el reino de la creatividad artística. O
incluso enseñar el "lenguaje" con el que una obra artística deja de
ser un misterio, hasta convertirse en libro abierto de radiante esplendor.
John
Ruskin
A la filosofía
tradicionalmente se le conoce como la ciencia que estudia los grandes interrogantes
de la vida, analizando esto superficialmente de ninguna forma podría verse al
arte ligado a la filosofía pero lo cierto es que el arte en su gran mayoría
necesita de la filosofía para ser explicado o de alguna forma interpretado.
La filosofía se relaciona con el arte desde la
estética y la idea de belleza, pero también desde la sensación o identificación
que lo artístico provoca en una persona. Lo bello del arte se
halla en el conocimiento sensible y no en el intelectual.
La filosofía contempla lo que el hombre realiza en
el terreno del arte, y con un criterio científico apoyada por todas las demás
ciencias, estudia al artista y su obra, los valores en la misma, investiga su
esencia, su origen, sus fundamentos, su métodos, su finalidad y su función en
la vida humana. En resumen la filosofía del arte se convierte en un juicio
valorativo del arte.
Fuente:
Frase de John Ruskin tomada de http://www.nueva-acropolis.es/madrid/boletines.asp?bol=Boletin20040215.htm
¿Bello o Feo?
Por: Gustavo Rojas
Siempre
que nos enfrentamos a las diferentes cosas de la vida, nos vemos obligados a
generar juicios que de alguna manera nos generen satisfacción, juicios que
hagan que la existencia sea mas soportable, y ellos son los juicios de lo bello
y lo feo.
Dejando
a un lado el cliché de que estos términos se usan solo para todo lo referente
al arte, estos son usados por todos en todo momento, para ver más agradable la
vida y como medio de aprobación, para ver que si algo es socialmente aprobado es
bueno por ende bello y si es feo pues mejor evitarlo. Es acá donde entran a
jugar dos aspectos de la filosofía que nos ayudan a esclarecer un poco lo que
hay detrás de esto, ¿qué hay detrás de lo bello y lo feo?
Los
valores Apolineos y los valores Dionisiacos, los primeros, son llamados así por
apolo, un dios asociado con lo bello, con la luz, con lo perfecto; por otro
lado los valores Dionisiacos eran asociados con lo feo, lo grotesco, lo
imperfecto.
Estos
valores los aplicamos a todo, lo apolinio representa lo ideal, lo hermoso, lo
que a la vista no va a generar vibración o descontento, pero seamos sinceros,
¿realmente es tan bueno vivir de ideales utópicos? Pues bien, así prefieren
vivir algunos muchos, viendo lo hermoso y lo demás no existe, esto con el fin
de hacer llevadera la vida, para ver la luz en medio de tanta oscuridad, de
tanta inmundicia.
Por
otro lado lo Dionisiaco es lo real, lo feo, lo humano, lo social, lo dionisiaco
representa al mundo y las cosas como son, sin parches, sin filtros sin nada.
Vivir
solo con alguno de estos dos valores es difícil, si nos ponemos a vivir el
diario con una visión bella e ideal de la vida, aunque nos va a hacer felices o
mas que felices no brinda satisfacción, no podemos dejar de lado lo real, esa
ancla que nos mantiene haciendo contacto con el suelo y de cierta manera nos
dice “hey no se eleve mucho porque si se cae le va a doler”, por otro lado si
vivimos con lo dionisiaco siempre, va a resultar difícil vivir, todos los días
estaríamos tristes, melancólicos o inclusive de malgenio pues veríamos el lado de las cosas que nadie quiere ver o
mejor dicho “que nadie decide ver”, esto haría la vida muy dura y poco
llevadera.
Debemos
siempre vivir con algo de ambos valores, claro, sin caer en los extremos. Si
aprendemos a vivir o mas bien, a pensar o cambiar nuestro modo de pensar
sabiendo usar algo de ambos valores, la vida va a ser llevadera sabiendo que
aunque todo esta yéndose en una ida sin retorno por un inodoro, podremos
hacernos la vida llevadera viendo lo que queremos ver y omitiendo ciertas
cosas, ¿que si suena cruel y egoísta? Si, totalmente pero seamos sinceros,
sabemos que el mundo se va al caño y lo que hacemos para cambiar esa situación
es muy poco por no decir que nulo.
No
solo el mundo se va al caño, el hombre también se va junto con el por su
egoísmo y por su corrupción mental, he aquí la creación de la sociedad, un ser
insensible un monstruo que día a día se reproduce y crece con mayor rapidez que
antes.
La estética y la costumbre.
Por Felipe Cárdenas
La estética rige
nuestros gustos, nuestra percepción de lo bello, de lo que nos satisface sin
necesidad de una lógica exhaustiva. Pero detrás de esa condición por lo bello
existe un compendio, una biblioteca cerebral que guarda los canones que hacen
que las emociones y las razones se activen cuando debemos emitir un juicio
estético. Este compendio es como un baúl de recuerdos que hemos adquirido a
través de los años, que se ha formado lentamente como la gota de agua que rompe
la piedra. Ese baúl bien merece el nombre de “cultura” y es tan vasto y guarda
información que trasciende el tiempo y espacio.
Por ejemplo en la
música, en nuestro baúl cultural está
toda la tradición occidental que por siglos ha venido desde los monasterios
medievales pasando por los salones de baile de palacios de la ilustración hasta
las trovas de los campesinos de cualquier región de América o Europa, toda esa
información en nuestros oídos para ajuiciarnos y moldear nuestro gusto por las
cadencias tonales. Hoy en día, cualquier persona entiende la resolución a la
tonalidad de una canción, prácticamente la espera con el rigor de un experto.
No tiene que ser un lustrado en el campo musical para entender y deducir la
correcta terminación de una tonada. Pero si llevamos esos oídos moldeados al
otro extremo, a la India por ejemplo donde el sistema musical es mas profundo,
extenso, donde la tonalidad occidental es muy chica con la cantidad de tonos que
producen sus instrumentos, sería una nueva experiencia para dicho oído y los
elementos que este tiene no alcanzan o no son compatibles para contemplar la
música de esa región.
Por tal razón la
estética a parte de ser moldeada por patrones adquiridos, son subjetivos,
pertenecen a solo una pequeña parcela del universo de las posibilidades y sería
absurdo emitir juicios desde una pequeña parcela. Cuando no entendemos algo
porque no está en nuestros registros no significa que sea malo y debamos
llevarlo al patíbulo de las criticas incomprendidas y para el caso de la música
oriental, la hindú por ejemplo, necesitará siglos de rodaje en el mundo
occidental para que nuestros predecesores puedan contemplarla de la forma como
lo hacemos con nuestro tonalismo hoy en día.
Para los que todavía
estamos acá en el presente, no nos compete buscar en el baúl alguna pista que
nos ilumine, sino abrir un nuevo espacio, ser abiertos a lo incomprendido,
soltar las amarras y simplemente contemplar, sin la soberbia de lo comprendido,
para que nuestras futuras generaciones encuentren información que gustosamente
les habremos dejado.
Pienso
Por: Edzson Cárdenas.
Pienso que entre estos dos
grades temas existe una muy buena relación. En todas las maneras de hacer arte,
siempre habrá su parte filosófica. Pero por un lado pensó que una de las formas
de hacer arte con mayor influencia filosófica es: la pintura, Creo que no hace
falta tener los más grandes títulos en esto o tener la mayor de las
experiencias, pues hasta una persona con dificultades físicas o psicológicas,
puede hacerlo porque es allí donde, muchas veces encuentran un lugar en donde
plasmar sus sentimientos, pensamientos e ideales, y es así como un color, una
pincelada, una figura, un tamaño, un grosor puede significar un completo
universo de cosas abstractas, que para mucha gente puede ser tan solo unas
cuantas líneas y formas entrelazadas o un simple “ mamarracho”.
Es así como pienso y creo
que si todos pudiéramos entrometernos y darle vida al arte, seriamos capaces de
expresar lo que sentimos y no encerrarnos en nuestros problemas, complejos y/o
debilidades.
Pero no solo esta forma del
arte tiene gran relación, creo que una de las mejores y con mayor relación
filosófica es: la música, que para mi es muy importante ya que con una simple
canción puedo describirme a mi mismo, tanto como soy, a como me siento a cada
instante, con una canción puedo expresar y dedicar sentimientos y estados de
animo como: amor, tristeza, dolor, rabia y así entre muchos otros. No obstante
mucha gente a cogido barios géneros y los a tergiversado, al poner letras de
morbosidad, y en el mayor peor de los casos degradar a un ser tan importante
como lo es la MUJER. Por eso hago un llamado a que todos hagamos un buen uso
del arte, y tan solo nadar en el rio de la imaginación y pensar en aquello que
nos inspira, y hacer los que se nos venga en gana, en la manera de hacer arte
que se nos ocurra, y nos guste, y nos parezca adecuada.
Habilidades y
conocimientos
Por: Flor Edilma Quina
El arte reúne tres partes realidad abstracción y
emoción. Se define la realidad de arte como objetos que se realizan o hacen con
esa pación que tiene el artista adquiriendo sus conocimientos y su propia obra
de arte, que es capaz de cautivar o emocionar a las personas que miran o el
observador.
El arte se considera como a la esculturas, pintura y arquitectura que
pretende demostrar la emoción. El arte no es solo demostrar el talento con el dibujo si no también la música que es
un arte talentoso y la idea es que cautive.
De lo anterior la definición de arte y emoción es
muy importante ya que la persona busca complacer sus sentimientos dependiendo
en el temperamento en el que se encuentre ya que la idea es impresionar los sentimientos y busca la otra cara de la
persona que puede ser positiva o negativa
La
cultura y su arte
Angie
Marcela Mendoza Ortiz
El arte es parte de la cultura, el buen gusto en el
arte y humanidades es lo que la identifica, esta nos muestra el conocimiento a
la música, el arte visual y escénico.
En los museos hay mucha historia cultural y
artística, se estudia como una reliquia del pasado que ha perdido un poco su
valor, y lo que los museos buscan es conservar y contemplar este tipo de cosas.
En la calle también
se ve mucho arte que algunas veces hace parte de nuestras vidas, esto un
pensamiento bello de ver la vida de expresar nuestras emociones, nuestra
creatividad, a través de este podemos conocer, aprender, y ver un poco más allá
de lo que ya acostumbramos a hacer y de
lo que conocemos, ver la parte artística de la cultura es una manera de comprender
un poco más de la historia de todo nuestro entorno en toda la cultura y su
arte.
Alguien que pertenece a la corriente neoclásica en artes plásticas puede considerar que sólo el ideal de belleza que los griegos plasmaron en sus pinturas, esculturas y obras arquitectónicas es válido, por es habría que volver a él e imitarlo, sin importar en qué época vive el artista. Lo difícil, desde esta posición, es justificar los cambios de criterios frente a la obra de arte que nos presenta la misma historia del arte, por ejemplo, la pérdida de vigencia posterior de algunas obras consideradas valiosas en el momento histórico en que aparecieron.
La belleza filosófica
Por: Miguel Palomo Junca
Cuando decimos que la belleza es subjetiva
implica que está dentro del sujeto que la aprecia, pero la expresión “sujeto” a
su vez es ambigua. ¿De quién estamos hablando? ¿Del ser humano como tal? ¿De
cada individuo en particular? ¿De un grupo social? Si optamos por esto último
¿se tratará de los miembros de una clase social determinada, de los miembros de
una elite cultural o de los que comparten un mismo período histórico? Aquí la
belleza dependerá del gusto, ya sea de cada individuo o de cada grupo social;
si se conserva que el gusto depende de cada grupo social se aceptará que se lo
puede cultivar, pero no necesariamente se lo aceptará en el caso de considerar
que el gusto depende de cada individuo.
Al mismo tiempo, las autoras
señalan que el que sostiene que la
belleza es absoluta está convencido de que es única y que puede
ocultarse en algunas épocas y aparecer en otras o bien ocultarse para ciertas
personas y revelarse para otras.
Alguien que pertenece a la corriente neoclásica en artes plásticas puede considerar que sólo el ideal de belleza que los griegos plasmaron en sus pinturas, esculturas y obras arquitectónicas es válido, por es habría que volver a él e imitarlo, sin importar en qué época vive el artista. Lo difícil, desde esta posición, es justificar los cambios de criterios frente a la obra de arte que nos presenta la misma historia del arte, por ejemplo, la pérdida de vigencia posterior de algunas obras consideradas valiosas en el momento histórico en que aparecieron.
Por otro lado, quien afirma
que la
belleza es relativa tendrá que aclarar, como se hizo antes en
relación con el tema de la subjetividad, si esa relatividad tiene que ver con
cada una de las personas, con los miembros de una clase social o de una élite
cultural o con los que comparten un mismo período histórico entre otros grupos.
Desde esta posición no resulta fácil explicar la persistencia de algunas obras
que han sido juzgadas como de gran belleza a lo largo de extensos períodos
históricos.
En síntesis, los opuestos
mencionados antes (absoluto – relativo, objetivo – subjetivo) no son
independientes entre sí.
Si alguien sostiene que la
belleza es absoluta, tiene que admitir al mismo tiempo que es objetiva, o sea,
que está fuera de nosotros. Si sostiene que es subjetiva; puede decirse que es
intersubjetiva, es decir, dependiente de alguna condición de su captación
propia de todos los seres humanos, y en ese caso se la considerará relativa a
nuestra estructura cognoscitiva o a nuestra sensibilidad. O bien, puede
adoptarse alguna otra forma de subjetividad sociocultural, histórica y en ese
caso considerará la belleza relativa a un marco sociocultural en el primer caso
y a un período histórico en el segundo.
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